sábado, 1 de marzo de 2008

Sonetos para releer

¿ En perseguirme, mundo qué interesas ?
¿ En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas ?

Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no el entendimiento en las riquezas.

Yo no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida;

teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.


Sor Juana Inés de la Cruz 1651-1695 México




Sólo una cosa hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en Su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.

Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.

Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores

y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.


Jorge Luis Borges 1899-1986 Buenos Aires




Tuvo mi corazón, encrucijada
de cien caminos, todos pasajeros,
un gentío sin cita ni posada,
como en andén ruidoso de viajeros.

Hizo a los cuatro vientos su jornada,
disperso el corazón por cien senderos
de llana tierra o piedra aborrascada,
y a la suerte, en el mar, de cien veleros.

Hoy, enjambre que torna a su colmena
cuando el bando de cuervos enronquece
en busca de su peña denegrida,

vuelve mi corazón a su faena,
con néctares del campo que florece
y el luto de la tarde desabrida.


Antonio Machado 1875-1939 Sevilla




"¡Ah de la vida!"...¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde,
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, juntos
pañales y mortajas,
y he quedado presente sucesiones de difunto.


Francisco de Quevedo y Villegas 1580-1645 Madrid




Marzo, lo siento, ya no me conmueve tu pasar,
al -perdida la estructura sentimental- sentirte forma pura
entre mis dedos pálidos de nieve.

Yo no sé qué ha perdido tu relieve,
qué fatal, invisible arquitectura de risas.
qué alegría, qué hermosura,
qué poema de cañas cuando llueve.

Delgado manantial de sensaciones,
lo siento, marzo, pero no supones ya nada para mí.
No sé si todo lo que yo te he pedido me lo has dado,
no sé por qué, si no me has defraudado,
marzo, desde hoy te miro de otro modo.


José Hierro 1922 Madrid




SONETO

Composición poética de catorce versos, distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos,
y sometida a reglas fijas en cuanto a la disposición de la rima.

Procedía de Italia y fue introducido definitivamente en España con Boscán y
Garcilaso, hasta convertirse en la forma poética culta más usual del Siglo de Oro.

En su forma ordinaria en castellano, desde el renacimiento hasta el romanticismo, los cuartetos del soneto adoptan el esquema de rimas abrazadas ( ABBA-ABBA), dejando la ordenación de la rima de los tercetos al gusto del poeta.

Entre los artificios en que se ejercitaron los poetas figura el uso del estrambote o apéndice
de variable extensión que se añadía al soneto, de intención humorística.



Diccionario Enciclopédico Larousse